lunes, 26 de abril de 2010

ManU: the green & gold devils

Por Halftown
Hace un par de semanas, el A Bola portugués anunciaba a bombo y platillo que el Real Madrid ya había amortizado los 80 millones de euros que pagó por el fichaje de CR9, pues se ha sobrepasado el millón de camisetas vendidas, concretamente 1,200.000 unidades. Teniendo en cuenta que, serigrafía incluida, la broma sale por 85 euros (el equivalente a cinco entradas de cine en 3D, es decir, un pico), el resultado deja 102 millones de euros en caja.

Lo que A Bola se olvida de explicar es en qué caja. Porque si de los 85 euros descontamos el coste de hacerla (según los rumores, tres euros en Asia), más el coste de los derechos de imagen que el Madrid le paga al jugador (entre 10 y 15 millones, según la fuente), más el porcentaje que se lleva Adidas, resulta que de los 102 millones ingresados, el Madrid se quedará con menos de la mitad. Se ve que en Portugal no ven la diferencia entre ingresos y beneficios. Así le luce el pelo a su economía, claro.

Mientras tanto, el antiguo club del engominado astro portugués, el United, ha sido nombrado esta semana por Forbes el club de fútbol más rico del mundo, (1.190 millones de libras para los ingleses contra 859 millones del Floren Team). Parte de la culpa la tienen los Glazer, que en lugar de reinvertir la talegada que recibieron por el torpedero de Madeira, optaron por endosarle el mítico dorsal 7 al acabadísimo Michael Owen, y utilizar la pasta para tapar el agujero financiero de los Red Devils. Para ilustrar el tamaño del descosido en cuestión, basta decir que, sólo en intereses, el ManU aflojó en 2009 41,9 millones de libras.

Desde el día en que aterrizaron en Old Trafford, en 2005, Malcolm Glazer y su familia fueron recibidos con palos y piedras por la afición mancuniana, hasta el punto de que algunos aficionados fundaron un club “auténticamente inglés”, el FC United. Más que la impopular política de saneamiento del club que están llevando a cabo los americanos, da la impresión de que lo que realmente molesta a los ingleses es que una banda de yanquis les larguen un zas en toda la boca en términos de management.

Redecorar la vida

La última moda es acudir al Teatro de los Sueños (¿hay acaso un apodo más hortera para un estadio?) vestido no de rojo, sino de verde y amarillo, los colores del Newton Heath, el club precursor del Manchester United. El propio Beckham -que algún día tendrá que ser reconocido como el genio de las relaciones públicas que es- no dudó en ponerse la bufanda verdeamarelha cuando el mes pasado jugó en Old Trafford. Las camisetas anti-Glazer se venden como rosquillas en Amazon. E incluso el FC United está pensando trasladarse a jugar a Newton Heath, al este de Manchester, para llevar más de 2.000 espectadores cada finde.

En medio de esta batalla se encuentra la pobre Nike, que este año, con Owen en la plaza de Cristiano, ha pagado religiosamente los 25 millones de libras anuales que tiene contratadas con los de Old Trafford. ¿Cuántas camisetas del Golden Boy se habrán vendido en la tienda del United?
Como era de esperar, en la marca de Oregón llevan un tiempo trabajando en los diseños de la próxima temporada, y parece que la V que atraviesa el pecho del United va a pasar a mejor vida. A falta de confirmación oficial, lo que circula por la web es un fake muy cachondo, en el que la segunda equipación oficial del club sería… verde y amarilla. Eso sería un golpe tan genial -los anti-Glazer se quedarían como vacas mirando al tren, y acabarían comiéndose las bufandas con fish and chips - que parece imposible que se haga realidad.

De momento, los dueños del United han tomado una medida populista al más puro estilo Hugo Chávez, y han decidido mantener los precios de los abonos para los partidos de casa en 2010-2011. Queda por ver si se trata de pagar por chuparse otro año de Owen y Berbatov, o si Ferguson por fin decide redecorar su vida.

domingo, 25 de abril de 2010

10 argumentos contra la camiseta chorra

Por Rocheteau
Es lo que tiene ser intocable : cuando haces el gilipollas , nadie te lo recuerda. A algún becario del departamento de márketing del Barça se le ocurrió el otro día, tras algún orujo de más en la sobremesa : «Podríamos hacer unas camisetas molonas para meter miedo al Inter ». Al que habría que echar es al jefe que abrazó la pamplina y le colocó a los culés ese horrible «ENS I DEIXAREM LA PELL» (Nos dejaremos la piel).

Aquí van diez razones para que haya un ejecutivo más en paro. Total, ya van más de cuatro millones Por uno más…

1. Porque se da por hecho entonces que en el resto de partidos le echan menos ganas.

2. Porque estéticamente, la camiseta parece anunciar un concierto de Seguridad Social.

3. Porque también la llevaba Ibra. La credibilidad del mensaje queda insoslayablemente herida.

4. Porque no habíamos quedado que en el Barça nadie suda ? Que sólo patinan como los cisnes entre las líneas enemigas ?

5. Porque en la espalda de la camiseta, citan al público el miércoles a las 20.00. Vale que el nivel de afluencia la temporada pasada fue del 65%, pero parece algo exagerado.

6. Porque si el público necesita motivación para ese partido, algo va mal. Y si son los jugadores, entonces es peor.

7. Porque nadie imagina al Real Madrid ni al ManU llevando semejantes camisetas.

8. Porque la ley recomienda que los rótulos comerciales se traduzcan. Si no, gente como Messi no entiende qué pone.

9. Porque no puede haber sido idea de Guardiola.

10.Porque si el Barça va a la trinchera de su mensaje testitcular, Mourinho se los zampa vivos.

lunes, 19 de abril de 2010

A Scarface le gustan las menores

Por Halftown
La cosa empieza el pasado día 12, cuando una brigada policial enganchada a los DVDs de The Wire, descubre que el Zaman Café, en el número 66 de la avenida de los Campos Elíseos, no ofrecen café sino sexo. En plena labor de escucha, aparece el nombre de varios jugadores de la selección francesa, concretamente dos que juegan fuera del país, y uno que lo hace en un equipo del sur del país galo. La cosa, como suele pasar en estos casos, no habría ido a mayores si la cadena de TV M6 no hubiera sacado la noticia en su informativo de la tarde del pasado sábado, y después no se le hubiera puesto nombre y apellidos a dos de los tres protagonistas: Franck Ribéry y Sidney Govou.

Los dos jugadores fueron llamados a declarar ante el juez la semana pasada en condición de testigos, e incluso el abogado de Ribéry reconoció que el único acusado por el momento, un antiguo participante del Operación Triunfo francés llamado Abou, pertenece al “círculo íntimo” del jugador.

El tal Abou es un tipo de origen marroquí criado en los suburbios de Lyon. Mientras otros le daban a la pelota, Abou, quizá por falta de talento con el balón, se dedicaba a la canción, donde de un tiempo a esta parte el talento ya no es condición sine qua non. Su mayor éxito fue un single con un cover de un tema ochentero: J'aime regarder les filles (“Me gusta mirar a las chicas”).

Rubia de bote, cosecha del 92

Con el paso del tiempo, en cambio, Abou descubrió que todavía más rentable que el mundo del espectáculo musical era convertirse en broker de prostitutas para famosos, y así se convirtió en un habitual de la más oscura noche parisina.
Entre las múltiples presentaciones que hizo a los jugadores bleus había una chica marroquí con cara de niña y pelo rubio de bote, que por lo visto es el tipo favorito de Ribéry. El único problema es que, cuando Ribéry la conoció, la chica puta (que no la puta chica) era menor de edad. Tanto tiempo estuvieron viéndose, que a ella le dio tiempo de cumplir los 18 por el camino, pero ya era tarde para Scarface: la ley francesa prevé, para los que se van con putas menores de edad, una multa de 45.000 euros, lo cual no sería un problema insalvable para Ribéry… si no fuera porque la sanción va acompañada de tres años de cárcel.

Y es que, viendo a la mujer oficial de Franck Ribéry (él tampoco es ningún Adonis, pero oye, por lo menos tiene pasta), hasta se puede comprender que, de vez en cuando, eche una canita al aire. Lo que pasa es que, cuando la cana al aire es de prepago, y en su DNI pone 1992, la cosa se pone más turbia.

Y mucho ojo porque aquí no acaba el affaire: parece que esta semana están llamados a declarar dos ex-compañeros de batallas de Abou, también chavales de origen magrebí crecidos en Lyon. Los favoritos en las quinielas de internet: Hatem Ben Arfa y Karim Benzema. En la foto de la derecha se ve precisamente al tal Abou con Ben Arfa. Es efectivamente una foto que no incrimina en nada a nadie, pero bueno, si procesan a un tipo por proxeneta, y tú eres testigo por haber (quizás) sacado provecho del harén de prepago, que el chuloputas tenga en su página de MySpace fotos contigo no ayuda, por mucho que sea un chuloputas de los Campos Elíseos.
Cuando Ribéry y Govou salten al campo el miércoles para jugar la semifinal de Champions con sus respectivos equipos, toda Francia estará mirando. Incluido Abou desde su celda.

Este Riberygate a dos meses del Mundial ha caído como una bomba en la moral de los aficionados franceses, que habían adoptado al extremo del Bayern como imposible sustituto de Zidane en la selección. Ya sólo queda por ver si a Florentino no le tiembla el pulso a la hora de fichar a Ribéry. Quién sabe, lo mismo su colega Abou consigue hacer del Real Café un negocio mucho más rentable.